Extrañas nubes en cielo pircano hace recordar conspiración de chemtrails
No, no te están fumigando, ni esterilizando; ni controlando el clima para que los agricultores tengan que comprar semillas a Monsanto. Los famosos chemtrails no existen. Simplemente son nubes, generadas por estelas de condensación producidas por la interacción de los gases que expulsan los aviones con los de la atmósfera.
Seguramente tengas algún amigo que en alguna ocasión; mirando al cielo, haya levantado el dedo hacia la estela de un avión para decirte que lo que estás viendo no son nubes sino un chemtrail.
La palabra inglesa chemtrail proviene de la abreviación de las voces inglesas Chemical y trail. Las cuales se traducen literalmente al español como estela química. Algunas personas afirman que forman parte de un plan secreto que pretende modificar el clima, provocar enfermedades, controlar la natalidad; o directamente acabar con la humanidad.
No obstante, quién se refiere a los chemtrails, lo está haciendo a las estelas dejadas por los aviones; por usar del mismo modo un término inglés. Lo que denominaríamos como un contrail o nubes de condensación; que no son más que nubes lineales producidas por el escape del motor de un avión o por cambios en la presión del aire. Por lo general a altitudes de crucero de varios kilómetros sobre la superficie de la Tierra.
En una encuesta internacional realizada hace unos años, en 2011, casi el 17% de las personas preguntadas afirmaron creer en la existencia de un Programa Atmosférico Secreto a Gran Escala – SLAP por sus siglas en inglés. El cual se le conoce comúnmente geoingeniería encubierta. Ha dado lugar a la creencia y a la pretensión de mostrar la evidencia científica de una fumigación química generalizada. Vinculada a impactos negativos en la salud humana o el medio ambiente.
¿Fenómenos físicos o químicos?
Se trata, al igual que ocurre con otros fenómenos que defienden asunciones como que las vacunas son perjudiciales para la salud; o que la Tierra es plana, de un bulo sin fundamento científico. De hecho el bulo ha crecido tanto en los últimos años que ya en 2016, dos investigadores Christine Shearer y Steven J. Davis, de la Universidad de California, se lanzaron a realizar un sondeo entre científicos sobre la veracidad de los argumentos esgrimidos por los conspiracionistas sobre este tipo de estelas.
El artículo resultante, titulado Quantifying expert consensus against the existence of a secret, large-scale atmospheric spraying program se publicó en la revista especializada Enviromental Reseach Letters, y concluyó que 76 de los 77 expertos encuestados -98.7%-, entre los que se hallaban químicos, físicos o meteorólogos, no habían encontrado evidencia alguna que respaldaran las afirmaciones de la conspiración.
De hecho, los datos citados como pruebas por estos, podían explicarse perfectamente a través de fenómenos químicos o físicos; bien conocidos y asociados con las estelas de los aviones y los aerosoles atmosféricos.
Qué son exactamente estas nubes
Las estelas de condensación son nubes en forma de línea, compuestas de partículas de hielo, que son visibles detrás de los motores de los aviones a reacción, y que se forman generalmente a altitudes de crucero en la atmósfera superior. Las estelas han sido un efecto normal de la aviación a reacción desde sus primeros días. Dependiendo de la temperatura y la cantidad de humedad en el aire estas estelas se evaporan rápidamente -si la humedad es baja- o persisten y crecen, en caso contrario, si la humedad ambiente es más acusada.
De hecho, el escape del motor a reacción de los aviones proporciona solo una pequeña porción del agua que forma hielo en el caso de las estelas persistentes; están compuestas principalmente por el agua presente de forma natural en la atmósfera a lo largo de la trayectoria de vuelo del avión.
La química de las estelas
Los motores de los aviones emiten vapor de agua, dióxido de carbono y pequeñas cantidades de óxidos de nitrógeno (NOx). También hidrocarburos, monóxido de carbono, gases de azufre y partículas de hollín y metal formadas por la combustión a alta temperatura del combustible de avión durante el vuelo. Pero en realidad, de entre todos estos gases emitidos, tan solo se necesita vapor de agua para la formación de una estela de condensación. Los gases de azufre también son de potencial interés, ya que conducen a la formación de pequeñas partículas. Todas las demás emisiones de los motores, se consideran no esenciales para la formación de estelas.
Cómo se forman las estelas de condensación
Para que se forme una estela, deben darse las condiciones adecuadas inmediatamente detrás de un motor a reacción. Se formará una estela de vapor si, a medida que los gases de escape se enfrían y mezclan con el aire circundante; la humedad aumenta o la temperatura disminuyen lo suficiente para que se produzca condensación de agua líquida. El nivel de humedad alcanzado depende de la cantidad de agua y la temperatura tanto en el aire circundante como inmediatamente detrás del escape.
La temperatura y la humedad atmosférica en cualquier ubicación dada sufren variaciones naturales diarias y estacionales. Por lo tanto, no siempre son adecuadas para la formación de estelas. Si se produce suficiente humedad en la columna de escape, el agua se condensa en las partículas para formar gotas de líquido. A medida que el aire de salida se enfría debido a la mezcla con el aire frío local. Las gotas recién formadas se congelan rápidamente y forman partículas de hielo que forman una estela.
La esperanza de vida de estas nubes
Tras la formación inicial de hielo, una estela de condensación puede evolucionar de 2 maneras diferentes dependiendo de la humedad circundante. Si esta es baja, la estela tendrá una vida corta. Las partículas de hielo recién formadas se evaporarán rápidamente a medida que los gases de escape se mezclan completamente en la atmósfera circundante. La estela en forma de línea resultante se extenderá solo a una corta distancia detrás de la aeronave.
Por el contrario, si la humedad es alta, la estela será persistente. Las partículas de hielo recién formadas continuarán creciendo en tamaño al tomar agua de la atmósfera circundante. En estos casos, la estelas resultantes pueden extenderse a grandes distancias detrás de un avión. También pueden durar horas mientras crecen hasta varios kilómetros de ancho y hasta los 200 y 400 metros de altura.
Esto es debido a que las estelas se propagan debido a la turbulencia del aire creada por el paso de las aeronaves. Las diferencias en la velocidad en el viento y los efectos del calentamiento solar.
Fuente y agradecimientos: nationalgeographic.com